miércoles, 7 de mayo de 2014

¡Nah! ¡No lo creo!


Ayer estaba platicando con mi buen amigo Tony acerca de Usana. Me contaba de cómo él tenía familiares en otros negocios de redes de multinivel, y de cómo les estaba yendo muy bien económicamente. Estuvimos a gusto un rato echando el chal sobre mi red, sobre mi ingreso a Usana, sobre desarrollo personal, y sobre los beneficios que yo le veía; más que un negocio, se había convertido en un estilo de vida.  

Al poco rato me dijo, "suena interesante pero... ¡no creo en eso!" Lo curioso fue que en vez de darme para abajo, pensé: ¡Qué padre! ¡Ya tenemos algo muy grande en común! ¡Yo era Él hace dos años! :) Cambiar el chip de la educación y el trabajo tradicional a invertir en un negocio de mercadeo en red, es otra onda. Requiere de mucha apertura, mucha investigación y paciencia. Lo bueno, es que parte de la investigación ya me la eché por ustedes...jaja. Resulta que cuando mi esposo y yo nos inscribimos a Usana, le dije "si vamos a invertir en esto, entonces vamos a invertir bien. Me llevas a la empresa de Usana en Utah, me llevas a conocer la fábrica a ver si existe y quiero conocer en vivo al dueño a ver si me da buena espina. (jaja les dije, no me ganan de escéptica en éste tema.)

...Y pues ahí vamos. ¡Pum! Regresé con lagrimitas en los ojos y la camiseta puesta. Yo sabía que crecer en Usana no iba a ser fácil. Que tenía que salir de mi zona de confort, y que tenía que romper varios paradigmas de mi día a día. Sí, definitivamente es un trabajo muy difícil, pero definitivamente vale la pena. ¡Lo empecé a creer hasta que me empezó a pasar! A mi amigo le recomendé que siguiéramos luego con el chal, porque simplemente el echarte un clavado en internet sobre el mercadeo en red, no se me hace muy buena idea. ¿Por qué? Porque cada quien publica como le fue en la feria, y muchos queman el sistema de negocio diciendo que no funciona cuando o sólo "trabajaron" unos meses, o nadie "se les unía a la red", o "que pena" o bla bla bla. ¡No es magia, es un negocio!

Yo veo al mercadeo en red como cuando uno entra a una alberca fría; primero la ves y dices..."ni de chiste me meto"...luego metes un pie y estás dudoso...luego hasta la rodilla...luego te dan escalofríos...luego la cintura, luego se siente rico y finalmente dices...inguesú ya estoy en esto y no me puedo rajar jajaja...y ¡splash! te avientas con miedito...¡y resulta que luego no te quieres salir, porque apenas empieza la mejor parte!

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