viernes, 23 de mayo de 2014

La constancia

Cuando uno sigue una receta de un pastel, tiene que hacer exactamente lo indicado para que el postre quede tan delicioso como te lo imaginas. Las cantidades tienen que ser medidas con precisión, y los ingredientes tienen que ser los adecuados. Seguir las indicaciones una sola vez para hacer un pastel de vez en cuando, es mucho más fácil que crear una rutina para un nuevo hábito; tomar vitaminas.

La clave está en la constancia. Uno no puede esperar resultados si "se nos olvida" tomar las vitaminas. Interrumpir el proceso nos pone en una posición indefensa ante la principal función de una vitamina, la cual es la prevención de enfermedades. No sirve de nada tomar las vitaminas una semana al pie de la letra, para luego olvidarlas el siguiente lunes. Tampoco sirve cuando me acabo un bote y me siento curado, solamente para dejar de ordenar el suplemento hasta el día en que me vuelva a doler. ¡Tomar vitaminas se tiene que volver un hábito constante y para toda la vida!  Ay si, ay si, es que "me quieren vender y agarrar para siempre". ¡Estamos hablando de tu salud a manos de los únicos suplementos con calidad farmacéutica! ¡A veces cuidamos más del mantenimiento de nuestro coche o de las vacunas de nuestra mascota! 


Tomen sus vitaminas Usana con constancia y les aseguro que van a notar la diferencia. Excusas hay muchas. Soluciones también. Alarmas, pastilleros, recordatorios, recaditos... el que quiere estar bien, se las arregla. Lo que pasa es que, insisto, como es de prevención, no nos lo tomamos en serio. Hipotético: ¿qué pasaría si traen un méndigo dolor de aquellos en cualquier parte de su bello cuerpecito y que solamente se curara con la constancia de tomar sus vitaminas? ¿Verdad que no se les olvidaría?  Simplemente tómenselas, no big deal. ¿Para qué esperar a que nos duela algo y en vez de pura vitamina también tenemos que tomar medicamento?

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