jueves, 15 de mayo de 2014

¡A jugar Monopoly!


Debo confesar que odiaba el Monopoly. Siempre he sido buena para los videojuegos, los juegos de mesa y las cartas. Me encanta la competencia dentro de la jugadita...eso sí, a un nivel muy sano jaja. Con mis amigos, traíamos la novedad del dominó cubano. Jugamos por meses...o años. Hasta que en Usana, en una de las conferencias a las que atendí, nos dijeron que desempolváramos el Monopoly y que lo jugáramos. What? ¡Yo odiaba el Monopoly! Me daba una flojera tremenda divertirme con dinero y números. ¿Qué clase de diversión es esa? Nos lo habían recomendado porque el nivel de transacciones y acuerdos entre los jugadores, se asemeja al del mercadeo en red. Oh well...

Pues un día le sugerimos al grupo cambiar de dominó al Monopoly. Hubo varias reacciones, pero le dimos la oportunidad. Nonononono. ¡Increíble! ¡Es verdad! Uno va conociéndose a si mismo en su agilidad de convencimiento, en sus negociaciones, en su habilidad del manejo del dinero y en tratar de poner la suerte a su favor. ¡Es divertidísimo! A parte, vas conociendo el método de los otros, y es fregón cuando al final del juego hacemos un análisis de las cosas. ¡He aprendido mucho de los otros jugadores! Jamás pensé que mi jugadita del fin de semana me ayudara en mi negocio.

Resulta que existe el verdadero juego de los negocios que se llama "Cashflow" de Robert Kiyosaki. ¡Ya quiero jugarlo con los amigos! Próximamente les contaré de la experiencia. Mientras tanto, ¡desempolven ese Monopoly y diviértanse aprendiendo!  

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