Yo siempre estuve agradecida de que alguien me explicara que existe un término que se llama la "montaña rusa emocional" dentro del negocio. Y digo agradecida porque si no me lo hubieran aclarado, muy probablemente ya hubiera desistido.
¿Se acuerdan de la sensación al subirse a una montaña rusa? A veces uno se siente en la cima del mundo, a una gran velocidad, pero a la vuelta de la esquina, uno ya está en caída libre sin que nadie te avise que "agua va". En Usana, esa sensación es de todos los días, al menos hasta que uno aprenda a dominarlo, pero... ¡Aaaaaa que difícil es!
Y es que de repente uno anda con todo el punch, un vuelito increíble, citas por todos lados, llamadas aceptadas, chequecitos agradables; y de pronto waaaa, para abajo sin previo aviso, nadie te acepta nada, el rechazo está a todo lo que da y nomás no sale nada de lo planeado. Uno se puede preguntar, ¿pues qué pasó?, pero a decir verdad, esto es parte del negocio. He aprendido que el truco es aprender a disfrutar de la montaña rusa, es decir, no tomarlo personal ni tan de sorpresa; esas fuertísimas bajadas son inevitables. Si uno tiene el temple y aguanta esas emociones, tarde o temprano se vuelve hasta divertido...¡y es ahí cuando uno lo disfruta! Igualito a una montaña rusa :)
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