miércoles, 4 de junio de 2014

Seguimiento, no perseguimiento.


Uno de los labores que tenemos que realizar dentro del negocio, es dar seguimiento a los probables nuevos afiliados que están interesados en formar parte de nuestra red. Es bien padre ver el interés que se va desarrollando en cada una de las pláticas o reuniones. Cada vez salen nuevas metas, conceptos, objetivos, planes, estrategias. Es normal que mediante avance el proceso de toma de decisión, existan dudas o inquietudes, ya que al fin y al cabo, esto es un negocio propio. 

Algo que vale la pena mencionar es que al principio queremos con tantas ganas que nuestra red crezca, que a veces convertimos el proceso de seguimiento en perseguimiento, y eso, está fatal. Tenemos que entender que nosotros somos los que estamos ofreciendo una oportunidad valiosa de una información que no mucha gente tiene. Somos nosotros los que andamos en búsqueda de aquellas personas que quieren hacer una pausa, un análisis y un cambio en sus vidas. No tenemos porque perseguir a nadie ni hacerlos pasar un momento incómodo. Al contrario, la libertad está en sus manos, a nosotros solamente nos corresponde mostrarles una solución que a nosotros mismos nos funciona. 

Dar seguimiento es ayudar y estar pendiente del interesado en el negocio, perseguir es algo muy cansado y desgastante para las dos partes. Nuestra principal misión es compartir buenas noticias, es decir, sembrar en todo tipo de tierra. Recordemos que una vez plantada la semilla, no siempre cae en tierra fértil, pero entre más sembremos, más probabilidades tenemos de encontrar a esas personas con verdadero interés. No olvidemos que el ejemplo arrastra y que una vez que logremos unir a una persona a nuestra red, podemos hacerlo una y otra vez. Paso a paso se llega a la meta, y la meta se disfruta con la gente interesada de corazón en un negocio como Usana. 


Usana es una suma de voluntades; cada quien hace su trabajo para entre todos llegar a la meta. 

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