Nada como la salud. Nada. Cuando hace falta, el mundo se detiene, al menos tú mundo, porque el mundo de los demás sigue girando. Nada como la salud. Hay que cultivarla, cuidarla, quererla. Hay que agradecerla y disfrutarla. Hay que invertir en ella. La salud lo es todo, y es un hermoso regalo de Dios. Si tenemos salud no significa que hay que vivir en el descuido, sino al contrario, si tenemos la dicha de tener salud hay que cuidarnos y compartir nuestra vida en favor de los demás. Nada como la salud. Nada.
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