Tengo que confesar que siempre me han gustado los escenarios. No sé si es la adrenalina, o la persona en que me convierto al pisar uno, o ser un punto de atención. Tal vez podríamos decir que puede sonar hasta medio egoísta la onda, pero creo que verdaderamente tiene magia. Tal vez ustedes se pregunten ¿qué tiene que ver esto con el negocio de Usana? Pues les cuento. Resulta que después de 10 años de cantar sobre un escenario, hace seis días me invitaron a dar una conferencia a unos chavos del Tec. En realidad se trataba de contarles sobre mi experiencia laboral como guionista, pero no pude dejar de mencionar conceptos que he aprendido en Usana durante estos dos años: darles a los chavos el poder creer en sus sueños.
Al principio, la idea entera me parecía cursi, pero cuando empecé a empaparme de desarrollo y motivación personal, simplemente no puedo dejar de compartirlo. Tal vez no todos seamos buenos para hablar en público, pero en las presentaciones que hago de Usana uno a uno, me doy cuenta que se trata de edificar a las personas, de hacer que crean que ellos pueden hacer lo que quieran. Y eso, para mí, vale mucho más que cualquier experiencia como guionista. Si puedo hablar uno a uno sobre motivación, también lo pude hacer con 80 alumnos y me quedaron ganas de hacerlo muchas veces más. Cada vez más me sorprende el tipo de compañía que es Usana. A veces me gustaría gritarlo al mundo...o tal vez compartirlo en un escenario.
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