En esta ocasión no me refiero al contagio de enfermedades, sino al buen contagio de emociones y sentimientos mutuos que te impulsan a seguir adelante. Hace unas semanas, mi amiga Silvia (de mi equipo de Usana) fue al evento de un súper líder en la industria y en nuestra empresa, Jordan Kemper. Se fue al friazo de Chicago en pleno enero y regreso con un contagiadero bruto; y otra vez no me refiero al contagio de gripas, ¡sino a la energía con la que llegó la mujer a ponernos las pilas a todo el equipo! ¡Qué gran empujón nos vino a dar a todos! ¡Qué gran revolcada de sentimientos y convicciones nos vino a generar! En un momento, todos estábamos vibrando de la emoción, y poco a poco con resultados concretos.
Me encanta el "hoy por ti, mañana por mi". Me encanta que se aplique esa sinergia necesaria de equipo, de trabajo, de enfoque y hasta de diversión. ¡Qué importante es mantener la energía fluyendo! ¡Que mejor que agarrarse de estrellas fugaces como Silvia, para que el día de mañana pasemos la luz al que sigue! ¡Vamos equipo, contagiemos a todo el que así lo quiera, que el fuego nunca se extinga!
